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Fortalecer la Cultura Docente: la clave del éxito escolar

Por: Cata Largacha CEO & Founder de Educar para Innovar


Comentarios o sugerencias siempre bienvenidas, escribe a info@eduparainnovar.co


En este artículo, descubriremos cómo la cultura organizacional puede impactar positivamente el bienestar y desempeño de los docentes, y cómo esto se traduce en una calidad educativa deseada.



En el ámbito educativo, siempre se ha puesto énfasis y gran esfuerzo en el papel de los estudiantes y la propuesta de valor que se ofrece a estos y a sus familias. Sin embargo, en ocasiones pasamos por alto un elemento fundamental que impulsa dicho logro educativo: los docentes. El docente se educa en una temática y busca su trabajo en la enseñanza de dicha temática; ejemplo, el licenciado en matemáticas, da clase de matemáticas. Sin embargo, es clave crear espacios de acompañamiento y fortalecimiento del claustro docente, dado que la labor docente hoy conlleva más cargas, y esto está llevando a que un alto porcentaje de docentes se enfrenten al estrés, implicaciones de salud e incluso 'burnout'.


“El estrés docente debiera ser un tema de cultura general (…) Los directivos y gestores de la educación poco a poco podrían proponer maneras de cómo reducirlo de las organizaciones y con esto conseguir lugares de trabajo más saludables y efectivos.” (Zavala, J. Z., 2008)


La carga en la labor docente

Un nuevo año escolar trae consigo diferentes cargas en la labor docente, y se mapean inicialmente las cargas acordes a la línea temática, en las que se establecen:

  • Actualización de la información temática

  • Revisión y ajustes a las mallas curriculares

  • Planeación del año escolar

  • Planeación de las primeras clases

Como causa del movimiento docente, ya sea por renuncia, despido, la decisión de irse del país o embarcar un nuevo proyecto de vida, se puede tener un quinto punto, desde la alineación y acompañamiento de nuevos integrantes del equipo.


Ahora, en un segundo plano, se dan a conocer otras temáticas con las cuales se carga la labor docente y que se alejan de la línea temática que enseña, como por ejemplo:

  • Capacitación sobre la forma de educar en la institución: La evolución de cómo aprendemos ha llevado a pasar de la memorización a una real apropiación y entendimiento por parte del estudiante. Cada día se conocen más propuestas de prácticas y depende de cada institución adoptar las que se acomoden a su estilo de enseñanza, pero es clave capacitar a los docentes para que estos modifiquen sus prácticas de acuerdo a lo establecido.

  • Capacitación y apropiación de nuevas herramientas tecnológicas: La inteligencia artificial cobra importancia en este año escolar, pero también es clave capacitar y acompañar al equipo en la apropiación de la tecnología como herramienta en el aula. El uso de las aplicaciones para sacar el mayor provecho de estas. Curiosamente, las aplicaciones se usan como Excel para sumar y restar, pero en ellas hay un universo de posibilidades, las cuales no se usan por falta de conocimiento.

  • Formación, prevención y seguimiento de temas sensibles: Cada día se vuelve más relevante el acompañamiento del colegio y los docentes en temas como el bullying y la educación sexual, entre otros, incluso con exigencias legales para los colegios. El tener medidas claras y estar alineados para la toma de decisiones, así como herramientas para tener un criterio claro frente a la línea delgada de cuándo sí o no actuar, son fundamentales. En este punto es clave establecer que en los últimos años, el estrés y temor del docente, frente a las implicaciones de seguridad y salud del estudiante, y cómo se pueden convertir en procesos legales, han generado una carga aún mayor en la labor docente

Los retos a los que se enfrenta el docente son cada vez mayores y desde las instituciones educativas es clave establecer espacios y acompañamiento individual, pero sobre todo integración, que fortalezcan lo que dominamos: cultura organizacional.


El impacto positivo de una cultura organizacional docente sólida

La cultura organizacional no es solo una serie de políticas y procedimientos, sino un conjunto de valores, creencias y prácticas que definen la forma en que se trabaja y se interactúa dentro de una institución. Su propósito principal debe ser el de integrar a las personas y crear un ambiente seguro y sano para la comunidad docente. Un entorno que fomente el bienestar y la colaboración entre los profesionales de la educación.


En este sentido, la cultura docente debe ser cultivada y fortalecida, permitiendo que los profesores se sientan parte de una comunidad comprometida con un objetivo común: brindar una educación de calidad. Alimentar un sentido de pertenencia y propósito en los docentes no solo aumenta su satisfacción laboral, sino que también mejora su compromiso y pasión por la enseñanza (García y Martínez, 2019).


Como afirman Barber y Mourshed (2008): “La calidad de un sistema educativo tiene como techo la calidad de sus docentes”. El impacto de un maestro apasionado y dedicado va más allá del conocimiento académico impartido en el aula. Un docente comprometido puede inspirar a sus estudiantes, motivarlos a alcanzar su máximo potencial y dejar una huella positiva en sus vidas. Por lo tanto, para lograr una educación de excelencia, es esencial invertir en el desarrollo y bienestar de los educadores.


Los docentes desean tener un impacto significativo en el mundo a través de su trabajo. En consecuencia, las instituciones educativas deben ofrecer oportunidades para que los profesores sientan que su labor es valiosa y transformadora. Reconocer y celebrar los logros docentes, proporcionar espacios para compartir experiencias exitosas y brindar apoyo emocional son formas efectivas de fomentar ese sentido de impacto (Martínez y Rodríguez, 2018).


Además, es crucial que la cultura docente promueva conexiones personales entre los miembros del equipo. La creación de un ambiente de confianza y colaboración permite que los docentes se sientan apoyados y consideren la institución como una segunda familia. Esto, a su vez, se traduce en un mayor compromiso y una disposición a trabajar en pro de un objetivo común: ofrecer una educación de calidad.


En resumen, la clave para alcanzar la calidad educativa deseada radica en el fortalecimiento de la cultura docente dentro de las instituciones educativas. Al valorar y cuidar el bienestar de los docentes, brindándoles un ambiente de trabajo seguro, sano y enriquecedor, se fomenta su compromiso y pasión por la enseñanza. La excelencia académica solo se logra cuando los educadores encuentran un sentido de impacto y pertenencia en su labor. Por lo tanto, es fundamental generar espacios que promuevan una cultura docente sólida, capaz de transformar la educación y guiar a las futuras generaciones hacia un futuro brillante.


Bibliografía:

  • Barber, M., & Mourshed, M. (2008). ¿Cómo hicieron los sistemas educativos con mejor desempeño del mundo para alcanzar sus objetivos?. Santiago, CL: PREAL.

  • García, R., & Martínez, P. (2019). Clima laboral y satisfacción docente en instituciones educativas: Un estudio de caso en escuelas secundarias.

  • Pérez, A., & Gómez, L. (2020). Impacto de la cultura docente en el aprendizaje del estudiante: Un estudio comparativo en diferentes instituciones educativas.

  • Martínez, E., & Rodríguez, M. (2018). Bienestar docente y cultura organizacional en centros educativos: Un análisis cualitativo.

  • Zavala, J. Z. (2008). Estrés y burnout docente: conceptos, causas y efectos. Educación, 17(32), 67-86.


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